La artesanía en el entorno rural magnífica aún más el oficio, es cierto que muchas actividades artesanas únicamente se pueden desarrollar en entornos no urbanos pero también es igualmente cierto que son lugares con dificultades añadidas (transportes, accesibilidad, servicios), es la vuelta a los orígenes en el qué hacer, cómo hacerlo y lo que es más importante en donde hacerlo.
La recuperación de tradiciones en la elaboración de prendas de vestir, cerámica, quesos… pone de manifiesto el resurgir de lo verdaderamente auténtico, y es que de esta manera los pueblos renacen, sus calles se llenan de vida y sus gentes retornan.
Hoy Berta es una artesana que trabaja el vino, su trabajo se basa en la recuperación y elaboración de vino artesanal, a partir de viñedos centenarios, más resistentes a las plagas, que han estado en su familia desde hace más de cuatro generaciones. Estos viñedos se sitúan en la Rioja más Alta, en los municipios de Sajazarra, Villaseca y Fonzaleche.
Promovida por la pérdida de patrimonio vitícola en la zona y unos viñedos muy especiales, con cepas de multitud de variedades, principalmente las clásicas de Rioja, además de un gran numero de cepas cuyas variedades existían antes pero que ahora casi ni las ampara Rioja, crea vinos rústicos irrepetibles. Estos vinos rústicos se elaboran con la mínima intervención, ningún producto químico, a excepción del metasulfito que es usado como conservante, entra en contacto con el vino.
Elabora en una bodega antiquísima casi en ruinas, ya recuperada por su familia, muy peculiar y difícil de trabajar por su construcción, con una cueva bajo la montaña de “El Bolo” en Cuzcurrita de Río Tirón. Aquí los vinos se crían siempre en unas condiciones de manera natural idónea, de humedad y de temperatura, e igualmente en invierno que en verano.